El Tribunal Supremo considera lesivo el límite de 600 euros en la cobertura de defensa jurídica.
Recientemente el Tribunal Supremo ha tenido ocasión de pronunciarse sobre los límites económicos de cobertura existentes en la garantía de defensa jurídica existente en las pólizas de seguros de automóvil. La Sentencia 101/2021 de 24 de febrero ha considerado que el límite de 600 euros para la cobertura de defensa jurídica en el caso de designación de abogado particular es lesivo.
El pleito que origina este pronunciamiento se inicia con el fallecimiento en un siniestro provocado por un tercero de un taxista, quien tenía concertado póliza de seguro de automóvil que incluía la cobertura de defensa jurídica. Su esposa e hijo designaron abogado particular para la defensa de sus intereses. Como consecuencia de la actuación de este letrado consiguieron una indemnización que superaba los 300.000 euros. Este letrado emitió factura por los honorarios debidos conforme al baremo de su colegio profesional que fue trasladada a la compañía aseguradora, quien únicamente abonó los 600 euros del límite de cobertura, escudándose en la condición particular de la póliza según la cual:
La minuta, evidentemente, ascendía a mucho más que estos 600 euros y se reclama judicialmente. En la primera instancia dieron la razón a los demandantes, condenando al abono de la misma, revocándose la sentencia en segunda instancia.
El Tribunal Supremo confirma la sentencia de primera instancia, condenando a la aseguradora al abono del total de la minuta conforme al Baremo del Colegio profesional del letrado, señalando que si bien las partes contratantes pueden pactar niveles de cobertura en los gastos de defensa jurídica, estos límites no pueden vaciar de contenido la libertad de elección por el asegurado y que la indemnización efectivamente abonada por el asegurador sea suficiente. La fijación de una cuantía tan reducida hace prácticamente ilusoria la posibilidad de designación de abogado de confianza para determinadas reclamaciones, lo que crea una apariencia de cobertura sin verdadero contenido.
Esta sentencia puede abrir la vía de multitud de reclamaciones de minutas en lo que excedan de los límites contemplados, que, hasta el momento, habían asumido los asegurados para poder contar con abogado de su confianza. Asimismo, puede suponer en el futuro un aumento importante en la designación de abogados particulares hasta el momento contenida por la aplicación de estos límites. Nos encontramos ante un toque de atención importante, teniendo en cuenta que estos límites tan bajos están presentes en un porcentaje bastante alto de pólizas de seguro de automóvil y también hogar (sobre todo en determinadas aseguradoras). Quedan por precisar algunos extremos, en particular, cuál será la posición del Supremo en aquellos casos no tan claramente irrisorios, como los límites de 1.500 euros o superiores.
Isabel Carnero
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